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VAMPIRAS QUE BAILAN EN LA OSCURIDAD

 

Margarita Aurora González Ramírez

 

 

Al vivir en un mundo como el que nos tocó, agradezco, como mujer, que podamos encontrar en el cine y la literatura personajes como una pequeña y sangrienta bailarina de ballet o una adolescente que trabaja en una maquila y que se vuelven revinientes. De alguna manera, esos personajes se convierten en una posibilidad para combatir a la realidad que nos apabulla. En cada caso, ellas son vistas como seres indefensos a quienes se les puede hacer daño sin mayor consecuencia.

Abigail (2024), película de terror dirigida por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, nos presenta a una niña que es una brillante bailarina de ballet y que es secuestrada con el fin de pedirle a su millonario padre una gran suma de dinero. Sin embargo, sus secuestradores ignoran quién es su padre, ya que han sido contratados para ejecutar el plan sin tener mayor información. La niña consigue la protección de Joey, una de sus secuestradoras, quien le promete que nadie le hará daño. Abigail le confiesa que, si esperaban que su padre pagara el rescate por ella, se habían equivocado, pero también le pide disculpas por lo que le va a ocurrir. Los secuestradores no saben que su víctima es más que una niña, que es una vampira con apariencia infantil y que es muy peligrosa. Cada uno irá descubriendo ese peligro de diferente manera, pues el final de cada uno es variado.

Abigail puede volar y, mientras ataca, ejecuta una coreografía impresionante. En muchos sentidos es todavía una niña y le gusta jugar, principalmente con los humanos que serán su alimento. También ejerce control mental sobre las demás personas y posee una fuerza descomunal. En esta película no faltan la comedia y el gore. Cuando sus secuestradores se dan cuenta de la naturaleza de Abigail, hacen un recuento de lo que saben acerca de los vampiros para poder combatirla y aparecen referencias contemporáneas como True Blood, las novelas de Anne Rice y Twilight, abarcando así a diferentes grupos de edades y diferentes concepciones del vampiro. Los secuestradores descubren —de una manera muy mala para ellos pero también muy cómica para el espectador— que la pequeña vampira es inmune al ajo, contrario a lo que dicta la tradición. Sin embargo, sí puede morir si se le clava una estaca en el corazón o recibe la luz del sol. No deberían perderse las explosiones de vampiros, en donde la sangre lo baña todo.

El personaje de Abigail me recordó a Eli, personaje de Déjame entrar, de John Ajvide, pues ese vampiro de apariencia infantil también pasa desapercibido ante los demás porque consideran que las niñas y los niños no representan peligro o amenaza alguna para los adultos. Cabe decir que la historia de Eli, por todo el maltrato que lo rodea, es más oscura y escabrosa que la de Abigail. Como el espectador tendrá oportunidad de descubrir, Abigail está muy lejos de ser una víctima, y no sólo porque sea capaz de defenderse. Abigail es una manifestación de un tiempo en el que las niñas y las mujeres tenemos que ser escuchadas y vistas, aunque sea mediante el recordatorio de que el mal habita en lugares o personas insospechadas.

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En Perras de reserva (2022), de Dahlia de la Cerda, hay un cuento, “La sonrisa”, que nos presenta a una adolescente reviniente: “la negra”. Lo interesante es que ella, en un principio, era humana, pero un día, al salir de su trabajo en la maquila, es atacada por cinco hombres. Después de agredirla, la abandonan porque creen que está muerta y, luego de eso, un ser le “… pegó un tremendo mordidón en el cuello”. De esta manera, esta chica regresa a la vida con una segunda oportunidad y con la idea de cobrar venganza.

El cuento es crudo y cómico, como muchos de los cuentos de Dahlia de la Cerda, y “la negra” tiene un particular estilo para narrar lo que le sucede. Al convertirse en vampira sufre una transformación importante, similar a la que se describe en otras obras: “Mi piel empezó a descomponerse, no sólo olía a podrido, sino que se empezó a caer, a caer en hilachas. Todo el cabello se me cayó. Vomité, vomité todos mis órganos (…)”. Y después volvió a tener la apariencia de antes, sólo que, luego de la transformación, todos sus sentidos se agudizaron. Como a la mayoría de vampiros, el sol le afecta y tiene que beber sangre, pero no bebe sangre humana sino de animales. Además, para poder entrar a los lugares debe ser invitada.

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Una característica particular de esta vampira es su manera de vestir, pues usa tenis con un diseño que semeja a un popular pan dulce, una playera de Los Tigres del Norte y una falda negra hasta la rodilla. Así vestía cuando fue atacada y ella consigue ese mismo atuendo para cobrar venganza. Replica el recorrido que hizo en el autobús, para presentarse nuevamente como una víctima. Se oculta para que no la reconozcan y, ya al final, cuando los cinco hombres están en el autobús, se les presenta. Ellos la recuerdan y creen que es una broma, pero no es así. La negra cobra venganza no sólo por lo que le hicieron a ella, sino también por lo que les hicieron a otras mujeres. De esta manera, estamos frente a un personaje que reivindica a las víctimas de feminicidios en un país en donde ser mujer no debería ser un peligro, sino una advertencia para los hombres que intenten hacernos daño.

Así, una vez más, la figura de la vampira sirve para reflexionar acerca del mal y de la actualidad: en el caso de Abigail, en donde un grupo de adultos considera que una niña es un objeto, que solo es valiosa por la cantidad de ceros en la cuenta de su padre; en el caso de “la negra”, que una joven es un cuerpo del que los hombres pueden disponer a su antojo sin consecuencias.

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AQUÍ puedes leer «La sonrisa».

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Margarita Aurora González Ramírez

Licenciada en Lingüística y Literatura Hispánica y maestra en Literatura Mexicana por la BUAP.

Ha tomado talleres de escritura. Diplomada en Literatura Fantástica y Ciencia Ficción por la Universidad del Claustro de Sor Juana.

Actualmente es maestrante en Escritura Creativa en la Universidad de Salamanca.

Escribe y lee acerca de monstruos y de terror.

https://www.instagram.com/lavoraginedeeos/

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